Ya ni se me ocurre fregar un horno sucio…

Pasa un trapo húmedo o una esponja… ¡y la suciedad se va sola!
Si quedan residuos, pasa un último paño limpio… y listo.
Resultado:
Un horno limpio, sin olores, sin químicos fuertes y sin tener que raspar como loca. ¡Y con ingredientes que ya tienes en casa!

Guárdalo para cuando lo necesites
¿Lo has probado ya? ¡Cuéntame cómo te fue!

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